lunes, 15 de enero de 2007

nacimiento de una jirafa


Para aumentar nuestra admiración, el nacimiento de una jirafa recién nacida sella el caso de un diseño inteligente. La jirafa bebé llega al mundo de 1.5 metros o más de alto. Si la madre se acostara, sería una invitación segura al león u otro predador para el ataque. La cría tiene un mayor desafío al tener una cabeza desproporcionadamente grande, cuello muy largo y frágil ligándose al resto de su cuerpo recién nacido de 70 kilos. Si la cabeza saliera primero, el cuello se rompería cuando el resto del cuerpo cayera encima de éste. Si la cabeza saliera al final, el cuello se rompería con seguridad ya que el peso del cuerpo daría un tirón a la cabeza hacia afuera de la madre.
Tal problema es resuelto por la cadera y cómo nace. Sus patas posteriores salen primero para romper la desembocadura, mientras tanto, la cabeza se sostiene y es amortiguada por la cadera (ya que tiene la medida exacta para que descanse el cuello). Cuando las patas llegan al suelo, el cuello va saliendo seguido por la cabeza. Todo el proceso sin tener ningún tirón que dañe el cuello.

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